sábado, 29 de enero de 2011

Conductores ebrios

Desde que me he metido más de lleno en las redes sociales, concretamente en twitter, estoy descubriendo una serie de personas que tienen una idea de nuestra sociedad muy parecida a la mía (como muestra se pueden leer los blogs que aparecen en "mi lista de blogs" en esta misma página). Eso me lleva a dos conclusiones: que no soy el único que piensa que las cosas hay que cambiarlas (ya creía que había más como yo, pero no tantos); y que voy a tener que escribir de otros temas, ya que si no sería muy repetitivo, además de que estos blogueros escriben y se expresan mejor que yo.
En consecuencia hoy voy a escribir de un tema que me ha venido a la cabeza al leer que “un conductor ebrio mata a la hija del actor Toni Cantó en un accidente de tráfico” (http://www.diariosur.es/rc/20110129/gente/conductor-ebrio-mata-hija-201101291523.html), y es sobre los accidentes de tráfico producidos por el alcohol.
Parto de la base de que debemos ser conscientes de que al subirnos en un automóvil, tenemos en nuestras manos un arma mortal, no un vehículo de transporte (que también), sino un arma que puede matar y matarnos. Si cada vez que nos subimos pensamos en esto, posiblemente (y sólo posiblemente) seamos más prudentes al volante. Cierto es que nos picamos con otros conductores, nos despistamos, vamos dormitando, pensando en otras cosas, pero si no olvidamos que podemos matar con el coche, puede que tengamos el punto de prudencia que necesitamos para, en un momento dado, no matar a nadie.
Dicho esto ahora voy con la conducta criminal (porque no tiene otro nombre) de los inconscientes que beben, y se creen que controlan. El alcohol te hace creer que tienes más habilidad de la que tienes, por tanto desde este punto de vista, es el alcohol el que hace que seas inconsciente, pero yo creo que además la personalidad de quien bebe ayuda. Es decir, el alcohol te hace creer que tienes más capacidad, pero si tú eres un “echaopalante”, seguro que te lo crees aunque estés muy bebido y por tanto conducirás estés como estés, por el contrario si eres del tipo “normal”, creerás que puedes conducir y a lo mejor decides no hacerlo.
Pues bien, el que conduce bebido es un criminal, con todas las letras, y debería castigársele como tal, no como “delito contra la seguridad del tráfico” con resultado de muerte, es un homicida cuya arma ha sido el vehículo y además ha atentado contra la seguridad del tráfico, por tanto, creo que o se cambia el tipo delictivo o se le debería añadir dos delitos. Así no se darían casos como que un conductor ebrio mate a una persona y en 2 años esté en la calle. No es normal.
Tenemos una Constitución que dice que las penas deben intentar rehabilitar al delincuente, pero esa misma Constitución olvida a las víctimas y a sus familiares.
Soy de los que creen que no debe criminalizarse en exceso la sociedad, todo no debe reconducirse vía código penal, pero hay situaciones que lo exigen. Esta de los conductores ebrios que producen lesiones y/o muerte es una de ellas y otra sería el caso de menores asesinos pero ese tema lo dejaré para otra ocasión.
Hasta otra.

martes, 11 de enero de 2011

Movilidad de minusválidos físicos.

Hoy me he levantado con ganas de marcha, mira tú por dónde. Y como me ha pillado con los cables cambiados, voy a escribir sobre un tema que parece que solo nos afecta cuando lo vemos de cerca: la movilidad de los minusválidos físicos.
Con respecto a los minusválidos físicos, somos tan capullos que se nos olvida que quienes tienen movilidad reducida NO PUEDEN DEAMBULAR COMO NOSOTROS, por lo tanto hay que facilitarles su movilidad, cosa que ni los poderes públicos (me da lo mismo que sea el Ayuntamiento, la Diputación, la Junta de Andalucía o el Estado) facilitan, ni los ciudadanos tampoco.
Cierto es que el Ayuntamiento de Málaga ha hecho un esfuerzo en los últimos años para facilitarles la deambulación por la ciudad, pero hay que hacer más, mucho más. Ahí está por ejemplo la calle Larios, muy bonita, peatonal, pero que a quién va con muletas o sin ellas pero con dificultad al andar le cuesta llegar, y una vez llega, en cuanto hay un poco de humedad el suelo resbala, por lo que tiene que ir con mil ojos para no resbalar y caer. Otro ejemplo son los alcorques de los árboles cuando ya han quitado el árbol y no se ve el hueco, las tapas de alcantarilla levantadas por una esquina, en fin, unas cuantas deficiencias que hacen que para estas personas andar por Málaga sea una carrera de obstáculos.
Por otro lado, los ciudadanos somos con este colectivo, en general y diciéndolo de forma suave, un poco incívicos: aparcar los coches en los sitios reservados a los minusválidos y la policía mirando para otro lado, aparcar encima de la acera impidiendo el paso a sillas de rueda y personas con bastones, etc. Todo esto son actitudes incívicas que denotan una falta de respeto y de consideración hacia estas personas, y además una falta de educación en sentido general. Teniendo en cuenta cómo somos, me parece que la única solución al tema será la misma que la del tabaco, poner multas a los incívicos, pero claro ¿quién las va poner, la misma policía que no hace respetar los aparcamientos de minusválidos?
En fin que no tengo respuesta para el tema, lo único que se me ocurre es potenciar en el sistema educativo el civismo como asignatura, o sea, EDUCACIÓN, EDUCACIÓN y EDUCACIÓN. Claro está siempre que no se cambie el modelo educativo cada vez que al gobierno de turno (sea del color que sea) estime oportuno (cosa no improbable, sino imposible).
Hasta otra.