martes, 19 de julio de 2011

Fan-aticos

Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, ¡ay no, que eso es otra cosa!. Comienzo de nuevo. Hace mucho tiempo que no escribo nada en este escaparate de ideas que es este mi humilde blog, así que retomo la escritura con afán de escribir algo intrascendente.
Como siempre me pasa, empezaré con una cosa y terminaré con otra, cosas de la edad, ya lo iréis viendo conforme os pasen los años por encima.
A lo que iba, estaba el otro día, concretamente el día 15 de julio de este año, pensando en el tema de los fans, porque precisamente ese día se estrenó la última película de la saga de Harry Potter y comencé a reflexionar sobre este tema.
La saga de Harry Potter ha hecho que multitud de infantes y adolescentes (y algunos maduritos también) de ambos sexos lean. Esto de por sí ya es un éxito desde mi punto de vista: el que haya algo o alguien que motive a la juventud a leer es motivo de elogio. Por otro lado, que te guste o no la temática de la saga, que te parezca más o menos infantil es otra historia, como se suele decir: para gustos los colores. Los libros han llevado, desde que comenzó la saga, a tener un número de fans bastante grande.
Al haber pasado al cine los libros, se ha aumentado si cabe el público que ha podido acceder a la historia que se desarrolla a través de los 7 libros (y 8 películas), y han aumentado los fans de Harry Potter.
Y aquí viene mi reflexión. ¿Que hace que personas normales (por lo menos en apariencia) lleguen a los extremos que llevan a los fans a hacer las tonterías que hacen? Algunos fans se transforman en fanáticos en todo lo que respecta a su objeto de culto. Y aquí es donde hay un enorme caldo de cultivo para que los explotadores de mentes ajenas, que lavan cerebros con consignas repetitivas y sin trasfondo ético hagan su agosto. Que se aprovechen de estos fans para convertirlos en fanáticos es tema de estudio, y no seré yo quien lo haga, por lo menos en este momento.
El fanatismo invade todas las parcelas de nuestra vida (política, deportes, cultura, etc.) y todos somos más o menos fanáticos con respecto a nuestros gustos u opiniones, pero después, creo que volvemos de nuevo a nuestro ser.
Sin embargo hay un grupo de “personas” cuyas opiniones intentan imponerlas a capa y espada a todos, independientemente de lo que opinen estos “todos”, ya que creen que su opinión es la única verdadera, y las demás son falsas, por lo que hay que iluminarlos aunque sea matándolos (todos sabemos a quienes me refiero).
Creo que la única manera de que el ser humano evolucione es intercambiando opiniones e ideas, y para ello debe existir libertad de pensamiento, lo cual no nos dejan los fanáticos de cualquier signo. Incluso algunos partidos políticos están intentando “fanatizar” a sus seguidores-simpatizantes, y eso (en mi humilde opinión) sólo nos puede llevar a un camino, el cainismo tan reiterado del pueblo español.
Hay que cultivar el menos común de los sentidos, el sentido común, y eso se hace siendo tolerante con las opiniones de los demás. Se puede ser vehemente expresando tu opinión, pero no intolerante.
Y como dije al principio, empecé con una cosa y termino con otra, así que lo dejo por ahora.
Hasta otra.

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